Cada vez son más los hogares modernos que cuentan con un lavavajillas, y no es para menos, son electrodomésticos que como las lavadoras, facilitan la tareas del hogar y nos ahorran tiempo. Pero como todo en la vida, estos aparatos necesitan limpiarse de forma correcta, para prolongar su tiempo de vida útil y garantizar su eficiencia durante cada lavada. Descubre cómo limpiar un lavavajillas sin arruinarlo en el proceso.
1. Ten a la mano todos los materiales de limpieza

Para limpiar el lavavajillas, reúne los siguientes productos y utensilios de limpieza.
- Vinagre blanco.
- Bicarbonato de sodio.
- Palillos de madera, pueden servir los dientes.
- Un cepillo de dientes en desuso.
- Un paño de microfibra.
- Guantes de goma.
2. Despeja el interior del lavavajillas
Es necesario despojar al lavavajillas del filtro, el porta utensilios y las rejillas. Solo así podrás acceder a la grietas, hendiduras y recovecos de la zona. Ten presente que algunos modelos de lavavajillas cuentan con un filtro de fácil extracción, pero en otros debes hacerte de alguna herramienta, un destornillador para desenroscarlo.
En este punto, coloca los precitados elementos en remojo. En un balde, con suficiente agua tibia y una taza de vinagre blanco, sumérgelos y déjalos allí por 30 minutos.
3. Disponte a limpiar el interior del electrodoméstico
Con el área despejada no habrá suciedad que pueda esconderse, observa en detalle el lugar y corrobora los lugares donde haya suciedad acumulada. Te puedes sorprender de los lugares donde se esconde la mugre, inicia limpiando los brazos rociadores y zonas laterales.
Toma el cepillo de dientes y talla el lugar, poniendo especial cuidado en la pared superior e inferior, orificios y ranuras por donde brota el agua. Si ves alguna obstrucción, usa los palillos de dientes para librarte de ella.
4. Pon en marcha el lavavajillas
Después de higienizar el interior del lavavajillas, coloca en el fondo un recipiente con una taza de vinagre blanco. Luego, configura el aparato para que realice un ciclo de agua caliente. En general, el vinagre es perfecto para esta tarea, ya que puede despegar la grasa, los restos de comida, así como otras suciedades.
5. Configura otro ciclo en el lavavajillas
Una vez finalizado el ciclo de agua caliente, saca el recipiente, espolvorea una taza de bicarbonato de sodio en el interior del lavaplatos y comienza un ciclo corto. Se recomienda este producto, ya que es muy eficaz para quitar manchas y devolverle la frescura al aparato.
6. ¡No olvides higienizar el exterior!

Para limpiar el exterior del lavavajillas, debes considerar la superficie del aparato. Por ejemplo, si este es de acero inoxidable, utiliza jabón y agua caliente, y en caso de que las manchas sean difíciles, vierte un poco de vinagre. Así mismo, debes evitar por completo los limpiadores multiusos, dado que estos son conocidos por rayar este tipo de superficies.
Ahora bien, puedes preparar un limpiador apto para las distintas superficies. Como hemos comentado, este solo necesita jabón, agua y vinagre. Aplícalo siguiendo este procedimiento:
- Sumerge el paño de microfibra en el agua con jabón y exprime el exceso.
- Luego, pásalo en dirección a las vetas de la superficie del aparato.
- Enjuaga el paño y vuélvelo a pasar hasta que este quede brillante, libre de suciedad y huellas dactilares. Además, no olvides limpiar el panel de control y las manijas.
Además de realizar esta limpieza, considera que si tu lavavajillas tiene un ciclo de desinfección, debes ponerlo en marcha una vez al mes. Este resulta muy efectivo para combatir la suciedad. En caso de que tu lavatrastos no cuente con este ciclo, puedes utilizar una tableta espumosa que elimine residuos y le aporte frescura al electrodoméstico.

