¿Cuáles son los lugares más sucios de la cocina?

La cocina es el centro de muchos hogares, por lo que se vuelve uno de lugares más concurridos de casa. Esto hace inevitable que los gérmenes se hospeden allí. Derrames accidentales, pisos pegajosos, vajillas y vasos sucios son solo algunos de los escenarios habituales. Por ello, a la hora higienizar la cocina debemos enfocar nuestra atención en algunos lugares específicos. Te decimos cuáles y cómo mantenerlos limpios.

1. Controles táctiles, manijas y botones

Es inevitable no manipular la perillas o paneles de control de los electrodomésticos mientras cocinamos. Y quizás, por la rapidez en la que necesitamos encender la estufa, lo hagamos con las manos llenas de jugos de alimentos crudos.

Otros lugares de la cocina que se ensucian a diario son los tiradores de gabinetes y las manijas del frigorífico, si vives con adolescentes, sabes que son de los que abren las neveras en busca de más kétchup, con las manos llenas de salsa.

Es recomendable, luego de la preparación de cada comida, pasar una toalla de microfibra humedecida con vinagre para desinfectar las manijas, botones y perillas que forman parte de tu cocina.

2. Desagüe del fregadero

Sí, sabemos que en el fregadero corre agua con frecuencia, pero los gérmenes se alojan en las grietas y uniones. Donde el fregadero se une con la encimera, el borde del desagüe, y las juntas y tapones del triturador de desechos.

Por la noche, al cerrar la cocina desinfecta de último el fregadero. Usa un paño de cocina limpio impregnado de jabón para platos y talla el área. No pases por alto el grifo, las mejillas y la zona circundante. Luego, enjuaga con abundante agua, termina secando el lugar, también puedes usar toallitas desinfectantes descartables.

3. Encimeras

En el transcurso del día colocas en tus encimeras las bolsas de las compras, fiambreras, tablas de picar con proteicos y verduras que causan derrames. Todos estos factores hacen de tu encimera una incubadora de gérmenes y bacterias, que pueden comprometer la salud de tu familia.

Disminuye el riesgo de la contaminación cruzada, limpiando el área antes de preparar los alimentos. Usa agentes desinfectantes, y por las noches mueve la cafetera y demás enseres, y pasa un estropajo por allí.

4. Refrigerador

La verdulera, rejillas, dispensadores y, en general todas las partes de tu nevera al tener contacto con alimentos, deben ser higienizadas con frecuencia. Las bacterias y gérmenes prosperan sin problemas en el frío. Por ello, debes controlar las fugas de los productos, limpiando los cajones con un trapo húmedo y vinagre, apenas se presenten.

Evita dejar alimentos almacenados hasta que se formen moho o levaduras en él, y cada 15 días cuando mucho, realiza una limpieza general del electrodoméstico, que incluya los dispensadores de hielo y agua, y la parte externa de la nevera.

5. Tablas de cortar y bloques de cuchillos

Estas herramientas de cocina son propensas, debido a su uso constante, a hospedar gérmenes en sus grietas y superficies porosas. En especial si las tablas de cortar y los bloques de cuchillos son de madera. Por ello, es recomendable tener en la cocina al menos dos tablas de cortar, una para frutas y hortalizas, y la otra para carnes.

Antes de insertar los cuchillos en el bloque, sécalos. De este modo, evitarás la formación de levadura y moho, y una vez al mes, lávalo con agua caliente y desinfectante. En cuando a la tabla de cortar, debes higienizarla con esmero luego de usarla, intenta verterle agua caliente.

6. Electrodomésticos pequeños

La humedad y calidez que se gesta en la cafetera puede desencadenar la formación de moho, levaduras y bacterias, por ejemplo. Electrodomésticos como el abrelatas, la tostadora y la cafetera deben limpiarse con agua y jabón, y secarse muy bien.

7. Salero y pimentero

Simple, los usamos mientras preparamos los alimentos, para sazonar y rectificar la cantidad si es necesario. No es de asombrarse, si los tomamos con las manos sucias. Cada vez que termines de cocinar, usa un estropajo limpio con un agente desinfectante, y luego sécalos.

Mantener la cocina impoluta puede sonar como todo un reto, pero solo se trata de formar hábitos, la seguridad de tu familia vale la pena. La atención a los pequeños detalles y descuidos es el mejor método para mantener limpios los lugares más sucios de la cocina.

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