¿Alguna vez se te ha quemado la comida y, como consecuencia, la sartén, cacerola u olla? No te preocupes, pues te ofrecemos una serie de trucos con los que hacer que tus utensilios de cocina vuelvan a lucir como nuevos. Coge papel y boli, y toma nota de todos ellos. ¡Quedarás encantado con los resultados!
Limpiar utensilios de cocina quemados con remedios caseros
Bicarbonato de sodio y vinagre
Los productos naturales son grandes aliados para solucionar el problema de una sartén o cacerola quemada. Entre ellos, destacan el bicarbonato de sodio y el vinagre. Mezcla ambos hasta obtener una pasta e impregna con ella la base y las paredes del utensilio en cuestión. Deja actuar entre 10 y 20 minutos para después frotar la superficie con una esponja (puede ser metálica) impregnada en vinagre. Puedes repetir la operación si ves que el problema persiste.
También puedes utilizar el vinagre en solitario. Vierte el líquido necesario para cubrir toda la zona quemada. Pero antes, retira todos los restos de comida pegados que puedas. Pon el vinagre a hervir en el recipiente y recuerda que se evapora muy rápido para no tenerlo más tiempo de la cuenta. Puedes servirte de un estropajo para frotar y retirar la parte negra del fondo de la sartén, olla o cazuela.
Por su parte, el bicarbonato de sodio puede combinarse de igual forma con agua, siendo la opción más recomendable si la zona quemada parece que no vuelve a su estado anterior. Hierve la mezcla a fuego lento. Con cinco minutos puede ser más que suficiente para solucionar el problema.
Sal para limpiar utensilios de cocina quemados
Otro remedio natural que se puede utilizar para limpiar las sartenes, ollas o cazuelas quemadas es la sal. Echa un buen puñado de sal en el recipiente quemado hasta tapar todo el fondo, así como un poco de agua. A continuación, deja reposar unos 20 minutos como mínimo antes de enjuagar.
Si el problema aún persiste, espera a que el recipiente se enfríe para hervir ese mismo agua y frotar con un estropajo. Para no dañar el utensilio, debe ser de algunos de los siguientes materiales: acero inoxidable, aluminio, hierro, cobre o barro. En caso contrario, mejor decántate por una esponja.
¿Ha funcionado alguno de los trucos anteriores? Entonces, ya puedes volver a realizar el mantenimiento y limpieza habituales. Los productos naturales siguen siendo una opción genial para ello. Puedes optar, por ejemplo, por un limón. Córtalo a la mitad y frota con él las manchas que hayan quedado en la cazuela, olla o sartén. Cuando termines este simple proceso, pasa un estropajo por la superficie. ¡Quedará reluciente!
Si, por el contrario, ninguno de los consejos incluidos en este post han servido para que el problema desaparezca totalmente, puede que la quemadura sea bastante importante. En este caso lo ideal será que renueves tu menaje. Échale un vistazo al catálogo de La Moustache. Puede que encuentres lo que estás buscando para completar los utensilios de tu cocina.